Un freno para las autocracias

Por Virginia Rosas Ribeyro. Internacionalista

Los autócratas de derecha y de izquierda se parecen como dos gotas de agua: le temen a los organismos que frenan el ejercicio ilimitado del poder.

Quién se hubiera imaginado en los años setenta y ochenta que, dos décadas después, un gobierno que se autodenomina de izquierda pretendería salirse del Pacto de San José, acusando de disfuncionalidad a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la que en aquel entonces denunciaba las violaciones de derechos humanos contra militantes de izquierda en Chile, Argentina, Brasil y Guatemala.

En junio de este año, con ocasión de la Asamblea General de la OEA en Tiquipaya (Bolivia), el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció la ?decadencia de la CIDH? a la que llamó ?instrumento del poder inquisitorio de Washington?. Junto a él, el presidente boliviano, Evo Morales, en su calidad de anfitrión de la reunión, aprovechó su discurso inaugural para fustigar a la Organización de Estados Americanos (OEA) y conminarla a reestructurarse o desaparecer. En igual sentido han alzado sus voces Ecuador y Nicaragua, países que reclaman una reestructuración del sistema interamericano de defensa de los derechos humanos.

El proyecto de reforma que reclaman esos países apunta a...

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