Hay que frenar tanta locura

Por Luis Puiggrós Planas. Columnista

La dramática muerte de Walter Oyarce debe hacer recapacitar a los peruanos para que, de una vez por todas, desterremos la demencial violencia que se ha instalado en cierto sector de la sociedad peruana, donde, una vez más se, demuestra que la falta de valores y principios, generalmente producto de una mala educación, puede llegar a instancias jamás imaginadas.

Estamos ante la república peruana, donde cada uno intenta hacer lo que le da la gana, y las faltas cometidas en la sociedad ?se incluye el fútbol? quedan, generalmente, sin sanción. No olvidemos que una de las maneras de educar es a través del castigo.

Resulta increíble que la mayoría de las autoridades que tienen la obligación de controlar un partido de fútbol se hayan lavado las manos. Ninguno se siente responsable de lo sucedido; más bien, tiran el balón afuera. Ni los congresistas, que son incapaces de redactar una ley de antiviolencia en los estadios y hacerla cumplir, pasando por el alcalde de Ate, Indeci, IPD, FPF, ADFP, y el propio Universitario de Deportes, que fue el encargado de organizar el clásico, han estado a la altura de las circunstancias, sino que han tratado de eludir sus responsabilidades.

Tampoco están exentos los periodistas. Muchos de ellos atizan la hoguera fomentando la violencia, calentando los...

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