La Franquicia II

En un editorial pasado explicamos cómo la izquierda radical ha desarrollado una estrategia de sabotaje a los proyectos mineros compuesta por una serie de pasos y procedimientos que se aplican de manera idéntica en diversos puntos del territorio nacional, a modo de una franquicia. Se comienza, decíamos, con la diseminación del miedo entre la población difundiendo una serie de mentiras, principalmente la falsa idea de un daño ambiental no probado y, por lo general, sencillamente inventado.

Así, por ejemplo, en el caso del proyecto Cañariaco en Cañaris, la batería de mentiras incluye ?según refieren Oswaldo Carpio y dirigentes que han estado en Lima? lo siguiente: que la empresa ha contaminado el agua (lo que es imposible porque el proyecto está recién en fase de exploración) y que, como consecuencia, los hijos de los pobladores van a nacer deformes; que los animales y las truchas de los ríos se están muriendo; que la empresa está deforestando, entre otras falsedades. Como si fuera poco, a todo esto se añade la delirante versión de que las muestras de sangre que el cuerpo médico de la empresa les extrae a los trabajadores para determinar su estado de salud son vendidas a Estados Unidos y luego van a ser reinyectadas para que los hijos de los cañarenses nazcan con enfermedades incurables a fin de quedarse con sus tierras. El guion de la farsa que representan, en fin, es digno de un capítulo de ?Los expedientes secretos X?.

Paralelamente, hace unos días, luego de que la policía desalojara un bloqueo de carretera, Ydelso Hernández (militante de Patria Roja y presidente del frente de defensa de Cajamarca) publicó en su Facebook que la policía genocida había matado a balazos a dos comuneros y herido de gravedad a cuatro. Esta versión circuló en las radios y no sabemos si esas mismas emisoras publicaron el desmentido: que apenas hubo contusos porque la policía usó balas de goma. Luego, para coronar la ficción, se llegó al extremo de pasear el cadáver de un anciano como si hubiese fallecido a consecuencia de las balas, cuando la causa había sido un infarto al corazón y ni siquiera estuvo presente en los hechos.

En Tacna, por...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR