Formación y competencia

Por Daniel Peredo. Columnista

Durante el Sudamericano Sub 20, cada vez que se cruzaba con sus jugadores fuera de la cancha, Ahmed chocaba con ellos. En el hall de la concentración, en el pasillo del bus, en el comedor a la espera del almuerzo. Lo tomaban como broma, pero la intención del entrenador era seria: acostumbrarlos al contacto, a la colisión, a la fricción. En los entrenamientos, además de los trabajos tácticos y técnicos, daba mucha importancia a la disputa de los balones divididos. Quería adaptarlos a situaciones reales de juego.

La Sub 17 tiene su segundo partido ante Bolivia y, más allá de su estrategia y funcionamiento, enfrenta a la mayoría de rivales con una desventaja física y de mentalidad. Hay algunos jugadores con recursos técnicos, pero que a los 16 años aún no han evolucionado para marcar la diferencia que los convertirá en futbolistas de nivel internacional. No es culpa de los chicos. Le ha pasado a casi todos. Incluso a Farfán y Guerrero. Es responsabilidad de los grandes.

Creemos que el problema principal está en la mala formación y la falta de competencia. A diferencia de la Sub 20 –que se ha beneficiado con algunas reformas: la bolsa de minutos, el torneo de reservas, la Libertadores de la categoría–, la Sub 17 no tiene el mismo nivel de competencia. Se juegan pocos partidos de igual a igual.

Los clubes grandes tienen otras prioridades. En la Copa Federación, de diez equipos...

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