La final del sueño hecha realidad

Por Franz Beckenbauer. *

Perdónenme por comenzar emocionalmente: estoy tan encantado con y para el Bayern Múnich. Al llegar a la final de la Champions en su propio estadio hoy, un sueño se ha hecho realidad.

Para reproducir una gran final en lo que es prácticamente su propia sala de estar, basta decir que es probablemente algo que uno experimenta una vez en su carrera como jugador. Para mí, es casi comparable con la final del Mundial 1974, cuando le ganamos a Holanda en el Olímpico de Múnich. No hay nada mejor.

El entrenador Jupp Heynckes y el equipo se merecen el mayor elogio. Llegar a una final de la Champions significa que todo se hizo maravillosamente. Más si se ha logrado después de una victoria en semifinales sobre el Real Madrid.

Esa noche madridista fue espectacular. Siempre digo que los penales no son una cuestión de suerte. Es algo que puede entrenarse y debe preferentemente ser todos los días. Eso da confianza y es lo que hace la diferencia en una película de suspenso.

Bayern tiene los reflejos de Manuel Neuer, para dar gracias a lo que él sintió cuando tuvo al frente a Cristiano Ronaldo y Kaká en los penales.

Pero hubo más héroes en este juego para el Bayern. Aquí, estoy pensando en el joven David Alaba. Fue el primero en caminar hasta el lugar y la puntuación...

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