El fantasma de los sicarios aún inquieta a Medellín

Por Susan Abad. CorresponsalMedellín. Jhon Jairo Velásquez Vásquez, ?Popeye?, considerado el mayor sicario que ha tenido Colombia, recobró la libertad esta semana y ello revivió viejos horrores que se creían superados.?Yo maté directamente a unas 250 personas y soy responsable de la muerte de otras tres mil?, reconoció en varias entrevistas el que fuera lugarteniente de Pablo Escobar. ?Pablo ordenaba, yo cumplía?, agrega quien a los 21 años no dudó en matar a su novia por encargo del capo y organizó más de 150 atentados con bombas, entre ellos uno contra un avión.La historia de ?Popeye? es similar a la de cinco mil jóvenes a quienes Escobar les enseñó que asesinar y convertirse en sicarios era el camino que conducía directo a grandes cantidades de dinero. Por ello, a estos muchachos no les tembló la mano cuando les encargaron matar al candidato presidencial Luis Carlos Galán en 1989, a jueces y a testigos; ni cuando Escobar puso precio a la cabeza de los policías para vengar la muerte de su cuñado. La tarifa, según ?Popeye?, fue de dos millones de pesos (unos 1.000 dólares de hoy) por policía, tres millones (1.500 dólares) por sargento, diez millones (5.000 dólares) por teniente y 100 millones (50.000 dólares) por general. Fueron 540 los policías que cayeron por la macabra oferta. ?Se puede decir que Escobar tenía un pequeño ejército, pero sin estructura militar. Estamos hablando de 1990, cuando se calcula que pululaban alrededor de 5 mil mercenarios, pero no todos directamente cercanos a Escobar. Él tenía unos 50, que a su vez subcontrataban a los otros?, explica para El Comercio Jorge Gaviria, ex director de la oficina de reinserción de la Alcaldía de Medellín.?Ser sicario te daba dinero y, por ende, poder y prestigio. Luego de una vuelta, como ellos llamaban a asesinar, quedabas en capacidad de comprar tu propia arma y al segundo encargo una potente moto. También te daba derecho a tomar como amante a la joven más bonita del barrio. Ello involucró, en esta transformación social perversa, a una generación de jóvenes que hoy son las viudas, que a su vez son madres de unos chicos que tratamos de que no sigan los pasos de sus padres?, nos comenta Darío Quijano, quien a través de la...

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