Las fábulas de mamá Bertha

La combativa profesora Bertha Rojas López fue una de los maestros universitarios que terminó encadenándose a las ventanas de hierro de la Catedral de Huancayo en una protesta gremial realizada en noviembre del 2016. Lo que reclamaban la madre de Vladimir Cerrón y sus colegas, todos catedráticos de la UNCP, era una homologación de sus sueldos según la escala vigente para todos los profesores universitarios del país. Esto no se cumplía en la universidad pública del centro del Perú. Por ello, pedían que sus haberes mensuales se equiparasen a los de los catedráticos de las grandes universidades estatales limeñas, que ya habían recibido un incremento. Ni la prensa local ?que destacó la presencia de la madre del expresidente regional en la protesta extrema de los académicos huancaínos? ni sus colegas, algunos de ellos también encadenados, sabían que a doña Bertha no le hacía falta su sueldo de profesora universitaria, que ella ni tocaba ese dinero que se iba acumulando mes a mes en una cuenta del Banco de la Nación, tal como lo hizo Alberto Fujimori durante los diez años que pasó en Palacio de Gobierno hasta que renunció vía fax desde el Japón.Combativa como es, Bertha Rojas fue de las más radicales en la protesta. Decía que no iban a abandonar su medida de fuerza hasta que atendieran sus reclamos, que no iban a separarse de la cadena y el candado que los unía a la ventana de hierro de la catedral hasta que no se materializase su homologación. Cuando doña Bertha reclamaba por el incremento de su sueldo, tenía acumulado más de un millón de soles de origen desconocido y hasta sospechoso en tres cuentas bancarias, dos en el Banco de Crédito ?donde acumulaba un proletario depósito en dólares estadounidenses a plazo fijo en fondos mutuos, los más rentables del mercado? y otra cuenta en soles en el Banco de la Nación, la que nunca tocaba, que mes a mes se iba engrosando con su sueldo como profesora de la UNCP y su pensión de viudez en calidad de heredera única y universal de su fallecido esposo, el exvicerrector académico de la misma universidad asesinado treinta años antes.*Doña Bertha Rojas López, viuda de Cerrón, es una mujer nervuda, nacida en una familia campesina del distrito de Áhuac, donde está ubicada la majestuosa laguna de Ñahuimpuquio, inspiración de parte de su narrativa fabularia como autora vernacular. Es profesora de la especialidad de Lengua y Literatura, y autora de una decena de libros de cuentos que rescatan la narrativa oral que...

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