Evangelizar en el Perú

A través de la historia, la proclamación del evangelio enfrenta los retos propios de cada época y lugar. En el Perú, el compromiso con la verdad, la justicia, el ejercicio de la libertad, la consecución de la paz, la defensa de la vida se vive en una realidad multicultural y contextos que exigen una respuesta cristiana dialogante. Aquí solo algunas de estas exigencias.

UNIDAD

Las nuevas circunstancias de la sociedad exigen unidad eclesial. Así lo planteó Benedicto XVI a los obispos peruanos durante la última visita ad límina en el 2009: “La experiencia nos dice que esta unidad nunca se ve definitivamente lograda y que se debe construir y perfeccionar incesantemente”. Unidad que no solo involucra a los obispos, sino a todos quienes bautizados somos miembros de la Iglesia (obispos, sacerdotes, religiosos, laicos) y, por tanto, corresponsables en el anuncio del evangelio.

Por ello, uno de los retos de la Iglesia peruana –sin descuidar el fomento de las vocaciones religiosas y sacerdotales– ha sido brindar al laico un protagonismo que nace con el bautizo y se refuerza en la confirmación. Protagonismo que se refleja en el testimonio –que fluye de la fe, la esperanza y la caridad– en la familia, el trabajo, el ámbito social y es alimentado por la vida de oración y los sacramentos.

coherencia

El secularismo, la anomia y el relativismo exigen recordar (y sobre todo practicar) lo que dice Jesús: “Ustedes son la luz del mundo”, toda una invocación a la coherencia. La evangelización no es un mero relato (“No todo el que me diga Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, Mateo 7,21-27) sino praxis (“Miren cómo se aman”, Hechos 4,32).

Esto demanda lo que los últimos papas han llamado una nueva evangelización que, entre otras cosas, busca recuperar el entusiasmo y, sin perder de vista lo esencial, renovar las formas de transmitir la fe. En el libro “El Jesuita”, el hoy papa Francisco dice que “la Iglesia necesita transformar sus estructuras y modos pastorales orientándolos de modo que sean misioneros. No podemos permanecer en el estilo ‘clientelar’ que, pasivamente, espera que venga el cliente, el feligrés, sino que tenemos que tener estructuras para ir hacia donde nos necesitan, hacia donde está la gente”.

el compromiso social

Aunque en los últimos años asistimos a un crecimiento económico, aún hay aspectos que no van de la mano con ese logro. El problema de la pobreza, por ejemplo, no ha desaparecido y genera situaciones de sufrimiento.

Así lo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR