Los espías que sabían demasiado

Por Cecilia Valenzuela

El tribunal que ha condenado a los ?chuponeadores? por asociación ilícita para delinquir y violación de las comunicaciones, lo ha hecho sin establecer el móvil del crimen.

Al final del día no se sabe quién pagaba ni quién buscaba beneficiarse políticamente con el escándalo. Los operadores, que ahora están en la cárcel, cobraban por hackear, ?chuponear? y espiar a los competidores o a los enemigos políticos de sus distintos clientes. Mientras los operadores cobraban por cometer el delito, los otros ganaban dinero o poder. La justicia ha castigado a los operadores pero no ha tocado a los que solicitaron sus servicios.

No podremos convertirnos en una sociedad moderna sin una administración de justicia cabal. El colegiado de la sala que tuvo el caso ha recomendado, en una voluminosa sentencia, que se investigue a políticos, fiscales y policías que ordenaron e intervinieron en la identificación y captura de la red de ?chuponeo?.

Eso en atención al reclamo de los delincuentes que acusan a sus captores de haber manipulado las pruebas a favor de los comprometidos en los audios ?chuponeados?. ¿Y a los que pusieron la marmaja? ¿Qué pasó con quienes usaron esos audios para burlar la libre competencia, o los que lo hicieron para conspirar y vulnerar el poder del grupo político que estaba en el gobierno? ¿A esos no les pasa nada?

Por qué la sala no ha incluido en el proceso ese paquete de correos electrónicos fraguados, que circularon por varios medios y cuya publicación buscaba exaltar el ánimo de la opinión pública con datos pavorosos sobre una supuesta red de corrupción mexicana aliada al gobierno de Alan García. Por qué la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR