Enfrentando el fantasma de la inflación

Por Luis fernando alegría

En la historia económica reciente del Perú hay un hito que divide a la población en dos. Quienes vivieron antes de 1990 y quienes nacieron después. Para el primer grupo, la palabra ?inflación? es como un fantasma: al haber experimentado en carne propia el incremento exponencial en los precios ?sobre todo en la década de los 80?, esa palabra genera temor y suena a un grave problema macroeconómico. Sin embargo, para el segundo grupo dicho término incluso pasa desapercibido, pues desde hace 23 años el Perú registra inflación de un solo dígito.El control de la inflación es tarea del Banco Central de Reserva (BCR). Su mandato constitucional es preservar la estabilidad de precios y, en ese sentido, hace 17 años la autoridad adoptó un paradigma particular para lograr su objetivo.En setiembre del 2002, el BCR implementó el esquema de metas explícitas de inflación. Desde ese momento, se comprometió a mantener la inflación en una meta de 2,5% anual, con un margen de maniobra entre 1,5% y 3,5%. A partir del 2007, el BCR puso una meta aun más ambiciosa: una inflación de 2%, que puede oscilar entre 1% y 3%.Con estas decisiones, la autoridad monetaria peruana se puso una valla tan exigente como la de muchos países avanzados: Canadá, Japón, Corea del Sur, Suecia, el Reino Unido y Estados Unidos, por ejemplo, manejan el mismo rango meta que el BCR. Incluso el esquema se implementó antes que en grandes potencias: como referencia, la Reserva Federal (FED) de EE.UU. apenas estableció metas de inflación en el 2012.?El costo de vida?El principal resultado de las metas de inflación es que los precios han subido moderadamente, aunque no necesariamente en la trayectoria que hubieran seguido si la inflación estuviera siempre en la meta.En particular resalta que, entre setiembre del 2002 y agosto del 2019, el costo de vida se ha incrementado en 62%. Esto significa que si hace 17 años se podía comprar una canasta de consumo con S/1.000, hoy se requieren S/1.620 para adquirir la misma canasta. Si la inflación alcanzada siempre hubiera sido la meta, hoy esa canasta costaría S/1.430.Esto revela que, cuando la inflación se desvía de la meta, hay un efecto sobre los precios al consumidor que persiste en el tiempo. Durante una presentación académica James Bullard, presidente de la FED de St. Louis, advertía que las metas de inflación tienen dos efectos perniciosos: permiten que se incumpla la meta y que no se haga nada para corregir algún...

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