Un enfoque diferente al problema de la coca en el Peru.

AutorOrdinola, Miguel
CargoPODER Y SOCIEDAD

LOS esfuerzos de los últimos años para reducir las áreas de coca ilícita en el Perú no han logrado resultados suficientes. De hecho, durante 2005 se produjo un incremento neto de la superficie de coca de casi 40% (equivalente a 10.500 hectáreas). Pero lo más preocupante es que la superficie nueva, de 22.733 hectáreas, fue el mayor incremento de los últimos años. (2)

Una serie de causas explican esta expansión de las actividades económicas ilícitas en las zonas de selva: escasas capacidades y oportunidades para desarrollar actividades económicas lícitas viables; poca atención a las condiciones para el desarrollo humano (atención a las personas); débil desarrollo de acciones tendientes a mejorar el capital social (organizaciones locales); pobre participación de la institucionalidad local en las acciones implementadas (gobiernos locales, instituciones del Estado); débil provisión de servicios sociales de calidad articulados a otras acciones promovidas; débiles espacios de diálogo (en los ámbitos local y nacional) para la armonización de las diferentes intervenciones.

La fuerte relación entre actividades ilícitas y pobreza está comprobada por información disponible del año 2004, que indica que los distritos donde se siembra coca son considerados, en su mayoría, como >, en contraste con los distritos sin cultivos de coca que son considerados, en promedio, como >. (3)

LOS INTENTOS ANTERIORES

Las respuestas que se han dado para afrontar esta situación han variado en los últimos años. Los primeros proyectos de desarrollo alternativo fueron diseñados con la estrategia de >, buscando remplazar físicamente los cultivos de coca por otros de rentabilidad similar. Las experiencias mostraron que, para ser viables, estos proyectos necesitaban otros apoyos complementarios, como el de infraestructura vial y de mercado. (4)

En la década de 1990 se promueve la estrategia denominada >, que comprendía actividades de agroindustria, comercialización y otros servicios, pero como se implementó en zonas de altos costos de transacción (por su lejanía a los mercados) su viabilidad económica (5) se vio fuertemente limitada.

Desde 2002, los proyectos que cuentan con financiamiento del gobierno de Estados Unidos han condicionado su asistencia en desarrollo alternativo a la > de los cultivos de coca ilícita. También en años recientes se ha comprendido que el desarrollo alternativo, para ser sostenible, requiere tomar en cuenta tanto condiciones económicas como sociales...

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