El encanto de la circulina

Por Patricia Teullet. Economista?Tendría que trabajar 16 horas al día y dormir con pastillas (y pesadillas) las otras ocho. Me distanciaría de los empresarios porque les negaría muchos pedidos y, como no pertenezco al partido de gobierno, es más que seguro que terminaría peleando con sus congresistas. Finalmente, me botarían con un montón de juicios por enfrentary#8230; ¡Y todo para ganar menos de lo que gano ahora!?.Esa fue la reflexión de un profesional cuando le ofrecieron un importante cargo en el sector público. Y, ojo, no se trataba de alguien que priorizara el dinero o que le quitara el cuerpo al compromiso con el país, sino de una persona consciente de la trascendencia de la labor en el Estado, con mucha experiencia en la administración públicay#8230; y con muchas cicatrices también.Dicen que es un honor trabajar para el Estado. Ciertamente lo es, pero también es verdad que cuando, hace unos años, se anunció la rebaja de sueldos a los funcionarios muchos opinamos que sería importante preguntarnos cuánto nos iba a costar esa rebaja. Es cierto que hay quienes pueden contribuir con el gobierno (o con alguna otra causa noble) sin recibir una remuneración. Pero el Estado no puede darse el lujo de dejar de convocar o perder a profesionales que necesitan un ingreso y que prefieren recibirlo de forma transparente en su planilla mensual.A esos profesionales que toman decisiones que afectan la vida de millones de peruanos y que manejan presupuestos de miles de millones de soles no los queremos por solo seis meses o dos años. Queremos que lleguen para quedarse. Y queremos que más gente capaz se anime a participar en la función pública, desplazando a los mediocres. Aunque este aumento no garantice la calidad de los principales funcionarios, es un paso...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR