Empresarios, los candidatos ausentes de estas elecciones
Por Manuel Marticorena
Uno de los empresarios íconos de Estados Unidos ?Donald Trump? anunció, hace algunos meses, que evaluaba seriamente la posibilidad de postular a la presidencia de su país. Cansado de que el gran Tío Sam siga cediendo cancha frente a la astucia de los empresarios chinos, el multimillonario quiere cruzar la reja que separa los negocios del mundo de la política.
¿Por qué no lo hizo antes? Son pocos los empresarios que se atreven a dar este salto. El temor es el mismo en cualquier coordenada del mundo: la política puede traer complicaciones.
LOS TRUMP PERUANOSEn las presentes elecciones la participación de los empresarios peruanos es escasa. La mayoría de las listas para el Congreso están conformadas por ex funcionarios públicos, profesionales independientes y políticos consumados. La participación de los empresarios está restringida a emprendedores, ejecutivos de empresas medianas y, en especial, de propietarios de institutos de educación. Aún así, tras un vistazo a las listas congresales se puede constatar que este grupo no supera el 10% del número de candidatos en cada lista.
Los líderes gremiales empresariales o ejecutivos de corporaciones que superen una facturación de US$ 2 millones brillan por su ausencia. ¿Por qué?
El presidente electo de la Confederación de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), Humberto Speziani, cree que hay muchas razones detrás de esta situación. Su respuesta más noble a esta ausencia es esta: ?Las empresas están creciendo cada vez más, esto genera mayores retos a sus altos ejecutivos para seguir creciendo con sus corporaciones y posponer su interés en la política?.
En realidad, este ambiente es poco atractivo. La variopinta conformación de políticos (con congresistas ?comepollos?, ?mataperros? y ?roba electricidad?, etc.)hace que muchos empresarios no quieran entrar al club y comerse el pleito de mejorar las cosas en el país. Esto a pesar de que una encuesta de la consultora CCR indicaba, en agosto del año pasado, que el 69% demandaba a los empresarios lograr una mayor participación en la política por su experiencia y porque conocen de economía.
Speziani indica que hay una admiración por los empresarios porque son eficientes en los gastos y en las inversiones. Pero no solo eso. Las empresas generan un sentimiento de orgullo porque son organizaciones muy bien estructuradas y tienen grandes logros (cita ejemplos como Gloria o los Añaños), y el riesgo de echar abajo todo lo ganado por...
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