Elecciones: unas son de cal...

Con la inscripción de trece planchas presidenciales se ha cumplido una etapa de un proceso electoral que debe culminar con la instalación de un nuevo gobierno el próximo 28 de julio, llamado a consolidar la democracia y el ciclo de crecimiento económico que nos permita dar el salto cualitativo al desarrollo y remontar los niveles de pobreza.

De antemano, llama positivamente la atención el menor número de candidaturas, en comparación con las 15 de 1980 y, peor aun, con las 24 de los comicios del 2006. Ya hemos sufrido en carne propia el clima de confusión, caos y enfrentamientos internos que trae consigo la profusión de planchas, donde prima la ambición de politiqueros sin vocación de servicio y finalmente se imponen opciones improvisadas y riesgosas para la democracia.

Se entiende, por tanto, la necesidad de haber impuesto, en la ley, la valla electoral del 5% de votos como requisito para que una agrupación pueda inscribirse y, en caso contrario, quede cancelada. Democracia es apertura y participación, pero dentro de un orden que asegure la gobernabilidad del sistema, como lo prueba la doctrina y la experiencia de países de antigua raigambre democrática, donde existen dos o tres partidos sólidos. Complementariamente, el futuro Congreso deberá abocarse a retomar reformas postergadas pero absolutamente necesarias, como el voto facultativo, la...

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