Las elecciones presidenciales en Estados Unidos

Por Francisco Miró Quesada Cantuarias. Director General

El martes, en el programa de Jaime de Althaus, según los datos que iba recibiendo desde Estados Unidos, Mitt Romney obtenía el mayor número de votos. Sin embargo, al día siguiente, 7 de noviembre, en la televisión y en los diarios pudimos ver que el ganador de los comicios era Barack Obama, presidente en ejercicio.

Cuando en el 2008 el primer afroamericano ganó las elecciones presidenciales, representando al Partido Demócrata, el entusiasmo de sus partidarios fue inmenso. Realmente el país había superado prejuicios que venían desde épocas muy lejanas. Hasta mediados del siglo XX hubo discriminación racial y abolirla definitivamente fue una de las grandes victorias de la democracia y de los derechos humanos.

Por eso el júbilo fue enorme. Obama tenía una serie de ideas innovadoras, muy audaces que, desgraciadamente, se estrellaron contra la crisis económica. La principal era el seguro de salud universal y gratuito, que ?según los republicanos? debía ser pagado, de manera que muchos ciudadanos que no tenían dinero estaban al margen del seguro.

En un principio las cosas marcharon sobre firmes carriles, pero, como ya comentamos, casi paralelamente al inicio de su mandato se desató una crisis fiscal tremenda, que impidió a Obama realizar la totalidad de sus planes reformistas. Estados Unidos vive momentos difíciles. La desocupación llega a 23% y la industria automotriz, una de las claves fundamentales de la economía norteamericana, no consigue remontar esta situación sino muy lentamente. Por ello, el gobierno tuvo que endeudarse en miles de millones de dólares para que no colapsara.

Todos estos problemas eran aprovechados por los republicanos, que controlaban la Cámara de Representantes, para mellar la figura de Obama, acosado por ataques permanentes respecto a las decisiones que tomaba. Hasta que llegó el momento de las elecciones.

Obama deseaba ser reelegido y Romney era un contendor muy serio. Como se sabe, en el proceso electoral estadounidense los candidatos deben tener tres debates, muy importantes para que el público se forme una idea de la capacidad de los aspirantes a la presidencia.

El primer debate lo ganó de lejos Romney; el segundo fue un empate y el tercero lo ganó Obama, pero no en forma holgada. Aparentemente la figura del presidente se estaba debilitando. Sin embargo, durante la campaña, Obama, gran orador, fue recuperando el terreno perdido.

Como se sabe, el...

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