Lo efímero y lo permanente

Por Marco Méndez. Profesor PUCP y UPC

Si Píndaro, aquel poeta de la Grecia clásica, hubiese conocido el ciclo de vida que tienen los entrenadores al frente de un equipo o selección en el mundo futbolístico peruano, les hubiera aplicado aquello que recitaba sobre el hombre al referirse al carácter efímero de la existencia humana: ?Seres de un día, sueño de una sombra?. Si no pregúntenle a Carlos Sevilla, el ecuatoriano que llegó con bombos y platillos para el Cienciano en enero del 2005 y apenas un mes después, tras una aparatosa derrota (5-1 ante el Chivas), fue despedido.

En nuestro país, ni los logros históricos le garantizan a un técnico la permanencia siquiera de un lustro. Recuerden lo que le sucedió al colombiano Jorge Luis Pinto, que en 1997 logró cortar una larga mala racha (18 años sin campeonar) de Alianza Lima, pero que al año siguiente fue reemplazado por Édgar Ospina.

Otra realidad ?lo permanente? asoma en algunos países de Europa. Y aunque el caso de Alex...

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