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?La educación musical es una mentira?

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Por Czar GutiérrezDe pronto irrumpió el peruano en aparente estado de ebriedad: cubierto con unos trapos que denotaban una rara mezcla de gitano y corsario, apareció frente al duque de Kent en un palacio del Trinity College of Music de Londres colmado de espectadores. El duque tenía una medalla de oro, que se la entregó. El peruano tenía un aliento a cerveza, que se hizo nube cuando le dijo "gracias". Luego se fue caminando hasta el lugar desde donde había venido, un pub de Greenwich en cuya barra lo esperaba otro peruano célebre, el maestro Julio y#8216;Chocolatey#8217; Algendones. Allí esperaron el amanecer, felices y campantes empinando el codo con la presea dorada al costado. Era el 2002 y acababa de recibir una beca del más prestigioso colegio de música de Inglaterra. Claro, dos años antes había grabado el álbum ?Chinchano? junto al legendario percusionista y santero Algendones y era cosa de celebrar frente a Buckingham. ?y#8216;Chocolatey#8217; fue un gran amigo y maestro que marcó profundamente mi camino espiritual y musical?, dice Andrés Prado (45), el guitarrista peruano más talentoso e influyente de las últimas décadas, rara avis cuya trayectoria ecléctica se nutre tanto del jazz como del folclor, de la música popular latinoamericana y de los sonidos de cámara. Licenciado en Artes Escénicas por la Universidad Católica del Perú, Prado templó las cuerdas de su guitarra en el Conservatorio Nacional de Música en Lima y en la Escuela de Música Popular de Avellaneda antes de pisar el legendario Trinity College of Music y dejar pálido de por vida al duque de Kent. ?Yo crecí con la música como un elemento vivo de mi infancia. Ese lenguaje, traducido al piano por mi abuela y por mi madre, enriqueció mi vida cotidiana en una casa donde la cultura y la filosofía ocupaban un lugar protagónico gracias a la influencia de mi padre. Tangos, huainos, yaravíes, valses y música clásica, además de nuestras ricas raíces culturales, alimentaron mi vocación?, dice. Le sirve una copa de vino al firmante y dice que acaba de estar en Chicago, Nueva York, Los Ángeles y Minneapolis antes de tocar en el Festival Guitarras del Mundo de Buenos Aires invitado por Juan Falú, donde lo declararon huésped ilustre. Dice también que no se ve como guitarrista. ?Me siento músico. Soy un ser encantado por la música. No tengo un romance con la guitarra...

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