La economía de la Eurozona necesita cariño, no descuido

Por Wolfgang Münchau. Columnista (Unión Europea y economía de Europa)Todavía tenemos mucho que aprender de los acontecimientos económicos de los últimos siete años. Pero estamos al menos en condiciones de rechazar dos proposiciones extremas que se han hecho una y otra vez, especialmente en Europa continental.La primera es que la austeridad no tiene ningún efecto negativo duradero en la producción económica. La segunda es que la política monetaria pierde su eficacia cuando los principales tipos de interés de los bancos centrales tienden a cero.El Reino Unido es un buen ejemplo del error de última declaración. Si el Banco de Inglaterra hubiera seguido las mismas políticas monetarias prudentes que el Banco Central Europeo (BCE) en los últimos seis años, la recuperación de la economía británica habría sido más débil. La política monetaria está funcionando. Y la política fiscal también.Hay varias razones por las que la política monetaria puede ser eficaz aun cuando hay un límite inferior igual a cero para los tipos de interés nominales. Una de ellas es que una economía moderna, con grandes mercados de acciones y bonos, puede ser manipulada de manera más imaginativa que simplemente alterando la tasa de interés de corto plazo. En los casos en que el mecanismo de transmisión entre las tasas de política a corto plazo y las tasas de interés activas en el mundo real está roto, el mejor curso de acción es lubricar aquellas partes del sistema que la tasa de interés a corto plazo no puede alcanzar.No todos los experimentos monetarios de los últimos siete años han funcionado. Por ejemplo, yo todavía no veo los beneficios de la orientación hacia adelante ? no tanto en la teoría, sino en la práctica. La partida más radical de todas, la flexibilización cuantitativa, puede presentar riesgos propios. Sin embargo, ha sido un éxito en EE.UU. y el Reino Unido, donde disminuyó las tasas de interés a largo plazo en algunos segmentos de los mercados de capitales.¿Qué pasa con la Eurozona? La inflación subyacente, que excluye los alimentos y la energía, estaba en el 0,7 % en diciembre. Mario Draghi, presidente del BCE, sostuvo el jueves que esta extremadamente baja cifra fue el resultado de una anomalía estadística que debería desaparecer en enero. Sin embargo, las proyecciones macroeconómicas realizadas en diciembre por el propio personal del BCE también sugieren que la baja inflación ha llegado para quedarse.La inflación para el 2015 se estima en 1,3%. El BCE tiene...

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