Dos Miró Quesada y la clase obrera

Por Ex director de El ComercioImagínese usted una sociedad sin sindicatos, ley de accidente de trabajo, ley de las ocho horas, seguro de desempleo (que todavía no hay en el Perú), CTS, acciones laborales, dividendos para los trabajadores, ni accionariado difundido. Bueno, eso ocurrió en el siglo XIX, época denominada como ?capitalismo salvaje?, porque hombres, mujeres y niños trabajaron sin límites de horarios ni beneficios sociales para el enriquecimiento de su patrón, sea de una hacienda o de una fábrica.Contra esta inhumana situación se alzaron voces y movimientos. El Perú no estuvo ajeno a este problema y, hace 100 años, dos miembros de mi familia decidieron deponer sus intereses inmediatos al servicio de los trabajadores que sufrían las mismas injusticias que los trabajadores en otros lugares. Contra esto se alzaron algunos de los propios trabajadores, por eso el 1 de mayo, Día del Trabajo, se recuerda a los mártires de Chicago. Me refiero a Luis y Óscar Miró Quesada de la Guerra. Leo en la sección de El Comercio Un Día Como Hoy Hace 100 años, escrita por mi querido y dilecto amigo, el historiador y fino escritor Héctor López Martínez, que el 21 de abril de 1917 se proclamó la candidatura por Lima al Congreso de Luis Miró Quesada y Gerardo Balbuena. Estas candidaturas tuvieron el respaldo de numerosas sociedades obreras, de los trabajadores de las fábricas y talleres de Lima, pero además el texto publicado dice que ?con la ley de accidentes de trabajo y otras de esa naturaleza dictadas por la iniciativa de Miró Quesada, han resurgido los derechos del pueblo capitalino?.Como se sabe, Luis Miró Quesada y José Matías Manzanilla ?curiosamente también tío mío, pues se casó con mi tía abuela Victoria Rada? elaboraron el proyecto de ley de las 8 horas de trabajo, que luego sería aprobada por el Congreso de aquella época. Esta ley, junto con la de accidentes en el trabajo, fue un gran aporte para alcanzar la justicia y equilibrar el poder en las relaciones trabajadores-patrón. Además, reforzó a los sindicatos, palabra que se remonta al griego ?sindiké?, de ?diké?, ?justicia?. Es decir que desde su raíz etimológica esa palabra fue bien escogida, porque es justo que haya sindicatos para equilibrar el poder entre quienes dirigen una empresa y los trabajadores. Y también para que los trabajadores colectivamente velen por los derechos adquiridos.Tiempo después, a comienzos de los años 60, Luis Miró Quesada creó la Caja de Protección y Asistencia...

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