El dolor de las madres que vieron morir a sus hijos en el hospital de Loreto

Por óscar paz campuzanoEnviado especialLa única persona que vio a Karina Ramírez, de 33 años, cargando el cadáver de su bebe fue una enfermera. Eran las 10:30 de la noche del 3 de marzo y la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Neonatología del Hospital Regional de Loreto estaba desierta, silenciosa. Karina abrazaba y besaba a su pequeña con las fuerzas de una madre desesperada: desde que había nacido, solo vio el frágil cuerpecito de su María Fe de Jesús a través de una fría incubadora. Era la primera vez que la sentía entre sus brazos y sería también la última. Los médicos le explicaron que su hija murió por haber nacido antes de los seis meses de gestación. Desde que le practicaron la cesárea, Karina escuchó muchas veces que su niña tenía pocas posibilidades de sobrevivir. Pese a eso, en sus 25 días de vida, María Fe fue ganando peso y ni siquiera se necesitó de un ventilador artificial para llevarle oxígeno hasta sus pulmones. Pero en sus últimos tres días todo se complicó. Karina le vio una extraña hinchazón en la barriguita. Eso no llamó la atención de los médicos hasta que fue necesario entubarla y esperar lo peor. Solo hubo una enfermera la noche en que el corazón de María Fe dejó de latir. Karina, afuera, en una pequeña sala de ese hospital, estaba a punto de saberlo.Hospitales enfermosLa muerte masiva de nueve bebes entre el 14 de febrero y el 9 de marzo desnudó el lado menos alegre de Iquitos. Sus hospitales están contaminados con peligrosas bacterias y la falta de equipos, así como de enfermeras y médicos, han hecho que los servicios de salud en Loreto estén al borde del colapso. Que el día de la muerte de María Fe haya estado de turno solo una enfermera en UCI fue más que un infortunio del destino, fue la realidad cruda y dura de un sistema de salud enfermo. Grave. En el 2012, Loreto registró más de 52 mil nacimientos, y tiene apenas un neonatólogo para toda la región. Se trata del médico Hermann Silva, quien el pasado lunes asumió la Dirección Regional de Salud. Ahora, el único neonatólogo de Loreto está detrás de un escritorio, alejado de las consultas, de las visitas médicas y de las incubadoras.En el área donde murieron los nueve bebes, un pediatra es quien vela por los pequeños pacientes, a falta de un especialista en neonatología. Una enfermera se encarga de cuidar y alimentar a seis u ocho niños a la vez. Lo único que sobra en este hospital son las necesidades. El gobernador regional de Loreto, Fernando Meléndez Celis...

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