Divisas virtuales

El cambio tecnológico está poniendo de cabeza a las finanzas. Bitcoin ha pasado de ser una obsesión para los anarquistas a un activo de US$ 1 millón de millones que muchas administradoras de fondos insisten en que debe formar parte de todo portafolio balanceado. PayPal tiene 392 millones de usuarios, señal de que Estados Unidos se está poniendo al día con las gigantes de pagos digitales chinas.

Pero la disrupción financiera que ha recibido menos atención podría ser la más revolucionaria: las divisas digitales, emitidas por bancos centrales o gobiernos. Estas "gobcoins" son la nueva encarnación del dinero.

Prometen hacer que las finanzas funcionen mejor pero también redirigir el poder de las personas hacia el Estado, alterar la geopolítica y cambiar la forma en que el capital es asignado.

Estas divisas tendrían la particularidad de centralizar el poder en el Estado en lugar de propagarlo a través de redes o entregarlo a monopolios privados. La idea es simple: en lugar de tener una cuenta en un banco, el individuo la tendrá directamente con un banco central vía una interfaz que semeje una app. En lugar de emitir un cheque o pagar online con una tarjeta, se podría usar la barata red de canales del banco central. Y el dinero estaría garantizado por el Estado.

Esta metamorfosis de aristócratas a obreros de las finanzas suena descabellada, pero ya está en camino. Más de 50 autoridades monetarias, que representan el grueso del PBI global, están explorando el tema. Por ejemplo, China ha implementado su e-yuan piloto con más de 500,000 personas, la Unión Europea quiere un euro virtual para el 2025 y Estados Unidos está desarrollando un hipotético e-dólar.

Una motivación para gobiernos y bancos centrales es que temen perder control. Actualmente, los bancos centrales utilizan el sistema bancario para amplificar la política monetaria. Si pagos, depósitos y préstamos migrasen de bancos a territorio digital manejado por privados, los bancos centrales tendrán serios problemas económicos e inyectar fondos al sistema en una crisis.

Redes privadas sin supervisión se convertirían en el Salvaje Oeste de fraude y abuso de la privacidad.

La otra motivación es la promesa de un mejor sistema financiero. El dinero, idealmente, proporciona una reserva de valor confiable, una unidad de cuenta estable y un eficiente medio de pago. Pero hoy no es muy bien visto.

Depositantes sin seguro pueden sufrir si los bancos quiebran, bitcoin no es aceptada masivamente y las...

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