Antes del discurso

Por Martin Reaño Azpilcueta. EconomistaEscribo esta columna antes de escuchar el discurso de hoy del presidente. Como todo peruano, tengo expectativas y curiosidad por conocer el mensaje. También es cierto que todos los empresarios desean conocer el impacto que el mensaje tendrá en sus negocios y en qué medida los anuncios del presidente se traducirán en acciones que puedan aplicar de inmediato.Y es que este es un discurso presidencial especial. No podrá ser el cumplimiento de un mero trámite o la repetición de una tradición. La economía ha llegado a tal nivel de enfriamiento que se hace imprescindible un conjunto de medidas alentadoras que renueven las expectativas positivas en un empresariado golpeado, asustado, desconcertado y que, lógicamente, ha sobrerreaccionado.Los anuncios previos de condonación de deuda fiscal, relajación de beneficios laborales y de próximas inversiones en infraestructura no han tenido ningún impacto en la voluntad de los empresarios para retomar el ritmo normal de negocios en el corto plazo. Las medidas son correctas pero no tendrán impacto hoy. Anunciarlas por lo menos ha servido para que el Gobierno sea consciente de que no resultó lo que planearon y que no es suficiente lo ofrecido.¿Qué esperan los empresarios del discurso de hoy? Pues creo que exigen un conjunto...

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