Discriminación positiva

Por marioGhibellini

El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.El fin de semana pasado, varias organizaciones de izquierda se dieron cita en Huancayo con el propósito de ?sentar las bases de un proyecto democrático, popular y ciudadano que le ofrezca al país una alternativa política y una salida democrática y constituyente a la crisis actual?. Es decir, forjar una alianza para las elecciones del 2021.Entre ellas, estuvo Nuevo Perú, movimiento liderado por Verónika Mendoza que, como se sabe, no tiene inscripción en el JNE.Ofició de anfitrión del evento Vladimir Cerrón, flamante gobernador regional de Junín y líder del partido Perú Libertario que, por esos contrastes de la vida, sí cuenta con la ansiada inscripción.Pues bien, la reunión, que tuvo lugar ante un nutrido auditorio, estuvo plena de discursos vibrantes sobre la necesidad de refundar la nación y no desdeñó ese clásico momento, entre teatral y deportivo, en el que los representantes de distintas organizaciones que buscan llegar a un acuerdo se levantan unos a otros los brazos en señal de reconocimiento de la grandeza ajena. Y, por esas coincidencias de la vida, a la señora Mendoza le tocó alzar el brazo de Cerrón.La imagen, de cualquier forma, graficó bastante bien lo que ya estaba sobreentendido con la sola concurrencia de Nuevo Perú al cónclave. Esto es, que tanto ese movimiento como quien lo encabeza consideran al gobernador regional de Junín y a su partido dignos aspirantes a ser aliados suyos en los próximos comicios.Y ahí es donde empiezan los problemas, porque Cerrón ha lanzado últimamente unos brulotes discriminadores que no se condicen para nada con la vocación inclusiva y paritaria de la que machaconamente hacen alarde Verónika y sus prosélitos.??Pogrom? de gobierno?Como preludio a la auténtica perla racista del líder de Perú Libertario, cabe recordar que, en las recientes elecciones municipales, su partido llevó como candidato a la alcaldía de Lima a Ricardo Belmont, quien desplegó durante la campaña un discurso que osciló entre la xenofobia contra los migrantes venezolanos y el machismo de caricatura.En consonancia, pues, con el espíritu de esa postulación, Cerrón, que es médico de profesión, escribió semanas atrás en su cuenta de Twitter: ?Si la izquierda articula bien su unidad, enfrentará a los poderes...

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