El dinero blanco

Por Jerónimo Pimentel. ColumnistaHace mucho que el Real Madrid opera en el mercado de fichajes con una actitud que se debate entre la excentricidad y el acaparamiento. Compra con el entusiasmo del hincha enceguecido por los flashes del momento (se busca mínimo dos ?galácticos? por temporada) y descarta a sus estrellas, luego, con el desprecio del multimillonario que lo tiene y tendrá todo. La lista de jugadores notables pasados por esta máquina de moler es enorme y bastaría pensar en Robben, Sneijder y Kaká para dejar de pedir pruebas.Esta temporada los elegidos han sido Toni Kroos, James Rodríguez y Keylor Navas. ¿Alguien con cierto sentido común futbolístico podría objetar la contratación de estos tres cracks? Si se evalúa la contratación por el talento intrínseco de los jugadores, evidentemente no. En cambio, si se juzgan estas adiciones respecto a la composición del plantel campeón de la décima, el panorama es otro.El primer problema ha sido tener que vender forzosamente al arquero titular del equipo, Diego López. Es un absurdo. Para dos entrenadores distintos, Mourinho y Ancelotti, López le ganó el titularato a Casillas, el mito del club. Con ambos compartiendo protagonismo en torneos distintos el Madrid se aseguraba una rivalidad que garantizaba solidez en el puesto. La compra por impulso de Navas ?un arquerazo, nadie lo duda? ha obligado a desprenderse del guardameta con peor prensa de los tres (no el menos dotado) en una negociación que solo beneficia al Milan.Kroos es uno de los mejores mediocampistas del mundo. Su versatilidad en la cancha, así como el largo tramo que aún le toca recorrer para encontrar su techo ?que no se ve? lo hizo el objetivo de todos los clubes grandes después de Brasil 2014. La pregunta es a quién reemplazará. Si aceptamos...

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