El dilema de Scioli: ser o no ser el escudero de la presidenta

Por leandro darioDesde Buenos Aires?Cristinizar o sciolizar?, una versión contemporánea del ser o no ser shakesperiano. Esa es la cuestión que desvela por estas horas al oficialismo en la Argentina. Tras ganar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), pero no llegar al 40% de los votos necesarios para sortear la segunda vuelta, el pase de facturas empezó entre los dirigentes afines a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el círculo íntimo de Daniel Scioli. Todos integran el mismo partido, el Frente para la Victoria (FPV), y su ADN es peronista. Pero no comparten los mismos objetivos. Mientras que el kirchnerismo duro quiere profundizar ?el proyecto nacional y popular? encabezado por su jefa política, el sciolismo apunta a la moderación y a volver a los genes del peronismo más tradicional. El candidato presidencial quedó atrapado entre la disyuntiva de reivindicar los logros kirchneristas o convencer a los votantes independientes de que impulsará cambios políticos y económicos.En diálogo con El Comercio, Jorge Telerman, jefe de campaña de Scioli, sostuvo que la estrategia para ganar en octubre es ?la misma que hasta ahora: recorrer provincias y hablar con los distintos sectores?. ?La inmensa mayoría quiere adecuar lo que haya que adecuar, pero sobre los cimientos que se construyeron en estos años?, expresó el vocero, quien insinuó que habrá cambios, pero no especificó cuáles, ante el temor de irritar a la presidenta. También descartó la dicotomía entre ?cristinizar o sciolizar?: ?Scioli tiene una personalidad muy fuerte. Tiene una relación con la sociedad. Es claro que en las elecciones se votan candidatos. Y él tiene liderazgo, la gente valora sus atributos personales. Sus ideas en políticas económicas, sociales y productivas son las que quiere la mayoría?.Para el ala dura del kirchnerismo, sin embargo, la presidenta debe involucrarse más en la campaña para ganar el 25 de octubre; en el sciolismo, en cambio, reclaman más autonomía del candidato y de los gobernadores del partido. Su obsesión es aumentar el piso electoral del kirchnerismo, plasmado en el 38,4% de las primarias. Para eso, deberán convencer a los independientes y peronistas tradicionales. ?Lo mejor para Scioli es ser fiel a su estilo ambiguo y no confrontativo, es decir, lo contrario a lo que viene haciendo hasta ahora. El candidato del FPV viene siguiendo las reglas de juego del kirchnerismo. Pero si quiere captar votos independientes en la...

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