EE.UU.: El dilema del enemigo más pequeño

Por Miguel Vivanco. Corresponsal en WashingtonEl ingreso ilegal de 52 mil niños centroamericanos por la frontera con México ha generado una crisis política de mayúsculas proporciones en Washington. Los que abogan por una reforma migratoria piden recibirlos, reunirlos con sus familiares y protegerlos de la violencia delincuencial que impera en sus países, pero quienes se oponen demandan su expulsión inmediata y el incremento de la presencia militar en la zona fronteriza. En medio de las discrepancias legislativas se encuentra atrapado el pedido del presidente Barack Obama para que el Congreso apruebe una partida de US$3.700 millones para paliar esta crisis.Pero resolver una situación de esa magnitud en un año electoral es complicado. Los republicanos en la Cámara de Representantes, quienes se han negado a votar un proyecto de reforma migratoria ya aprobado por el Senado, ahora intentan impedir que Obama utilice su facultad presidencial para aprobar acciones temporales en favor de los 11 millones de indocumentados que viven en el país, y ganar el respaldo de los votantes para noviembre, cuando se realicen elecciones legislativas. Su objetivo: lograr el control político en ambas cámaras.Hoy los legisladores están preocupados en cómo encarar la crisis, mas no en el fondo del problema. Las cifras obtenidas por las organizaciones humanitarias que trabajan en la frontera son contundentes: el 72% de los niños que han logrado cruzar la frontera tienen a uno de sus padres o familiares directos viviendo ilegalmente en el país, las edades del 80% de los nuevos indocumentados fluctúan entre los 9 y 16 años. Lo preocupante es que el 85% admite haber recibido amenazas de ser reclutados a la fuerza por las pandillas en El Salvador, Guatemala y Honduras. ¿Quo vadis?

La llegada masiva de niños centroamericanos a la frontera ha puesto a prueba el sistema legal estadounidense. Hoy algunos quieren la vigencia de una ley del 2008 que exige proteger a los menores indocumentados que ingresan al país sin compañía, amén de prohibir su deportación inmediata o detención por largos períodos, mientras que otros quieren expulsarlos de manera inmediata y obviar la figura del debido proceso.El consejero del Departamento de Estado Thomas Shannon dijo esta semana en el Congreso que es urgente ayudar a la estabilización social de Centroamérica, si se quiere frenar la crisis migratoria infantil que afecta a EE.UU. ?La avalancha de niños no acompañados significa que algo...

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