El difícil reto de combatir el desperdicio de comida

Por tomás ungerLa creciente concentración de la riqueza en una decreciente minoría ha dado lugar a muchos comentarios. El consumo conspicuo, en el que se gastan grandes sumas en bienes superfluos y que tiene por objeto demostrar poder adquisitivo, es menos sencillo de lo que parece. El gastar cinco mil dólares en una cartera que puede comprarse por la décima parte no deja de tener ventajas económicas, porque da trabajo a gente en varios continentes. Puede haber sido fabricada en Asia, transportada a Europa y reexportada a Sudamérica. Sin embargo, en el caso de los alimentos las cosas son diferentes. ?La comida?Más preocupante en el uso superfluo de la riqueza es el desperdicio de alimentos. Las cifras más recientes de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en inglés) impresionan. Anualmente, casi la tercera parte de los alimentos fabricados en el mundo, que pasa de los 1.300 millones de toneladas, se desperdicia. Simultáneamente, cerca de 800 millones de personas no tienen acceso a la alimentación indispensable. Estas son cifras que reflejan un desequilibrio intrínseco en los sistemas de producción, distribución y consumo de alimentos. Desgraciadamente, este enorme desperdicio tiene razones muy diversas que lo hacen más difícil de enfrentar de lo que parecería a primera vista.Probablemente, a la mayoría de los lectores les enseñaron a no dejar comida en el plato. En mis años de colegio uno se podía servir lo que quisiera pero no debía dejar nada en el plato. Si lo dejabas o no te gustaba, lo recibías en la siguiente comida. Y ahora, el hábito de dejar el plato limpio ha quedado en muchas personas, y no solo de mi generación sino de generaciones posteriores.Efectivamente, lo que queda en los platos en la mayoría de los casos se bota. Las cifras y los motivos varían y reflejan la situación económica de las regiones. Mientras que en Europa se botan 90 kilos por persona al año, en los países industrializados de Asia se botan 80 kilos. En el norte de África y Asia occidental se botan 35 kilos. En América Latina botamos 25 kilos, en el sudeste de Asia 15 kilos y en el África subsahariana se botan 5 kilos. En EE.UU. se botan 110 kilos.Mientras que los 110 kilos estadounidenses generalmente van a la basura debido a reglamentos sanitarios que impiden su uso para otros fines, los 5 kilos que quedan en el África pobre van a dar a los animales.En la mayoría de las poblaciones urbanas no existe...

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