Hay que diferenciar control de estímulo

Por Daniel Mora (*)Cuando se plantean reformas de políticas públicas, es fundamental diferenciar las medidas de control de las medidas de estímulo.En ese sentido, uno de los problemas del diseño del Sistema de Acreditación, Certificación y Evaluación de la Calidad Educativa (Sineace), adscrito al Ministerio de Educación, fue la falta de incentivos concretos que estimulen a las instituciones educativas a mejorar los estándares de calidad de la formación que ofrecen. Si bien se estableció el carácter de ?obligatorio? para las carreras de Derecho, Medicina y Educación, el carácter ?voluntario? de la acreditación de todas las demás carreras dejó de lado el establecimiento de beneficios sustanciales que deben recibir las instituciones que logran ser acreditadas. En la Sexta Disposición Complementaria de la ley de creación del Sineace y en el artículo 73 del reglamento de la mencionada ley, se señala de manera muy general que las instituciones acreditadas recibirán un trato preferente en el acceso a líneas de crédito con fines educativos por parte de organismos nacionales e internacionales y se verán beneficiadas con la priorización en la asignación de fondos para la ejecución y desarrollo de programas de investigación, innovación tecnológica y perfeccionamiento pedagógico. Ambos beneficios no se materializaron en la práctica, lo que impidió que el sistema creado en el 2006 pueda mostrar resultados positivos: a la fecha, solo 12 instituciones, entre universidades e institutos de educación superior, han alcanzado acreditar...

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