Un día de calma tras 50 días de paro

Por ricardo león AlmenaraTexto / Enviado especialCocachacra. Desde que se inició la protesta contra el proyecto minero Tía María, los epicentros han ido variando y la intensidad ha ido aumentando. El 23 de marzo, las protestas comenzaron en las localidades de Cocachacra, Deán Valdivia y el Valle de Tambo. Semanas después se trasladaron a Mollendo y Matarani, donde se registraron los últimos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía. Con el ingreso de los militares a estos dos puntos de la provincia de Islay, todo volvió a una calma relativa, pero la tensión se trasladó nuevamente al punto inicial, Cocachacra. En 50 días, la violencia ha recorrido esta zona como en un círculo (vicioso).Pero hay un punto geográfico trascendental en todo este proceso. A cuatro kilómetros de Cocachacra se ubica el puente Pampa Blanca. Su importancia radica en que este sirve de ducto por el cual circulan camiones cargados de productos agrícolas para alcanzar la Panamericana Sur y llegar a los mercados de distribución. Bloquearlo significa paralizar toda esta región. De hecho, intentos por tomarlo ha habido. El 22 de abril se registró un largo enfrentamiento en el puente. Allí Victoriano Huayna (62) murió de un impacto de bala (al comienzo la policía negó que se hubieran usado armas de fuego, como si una necropsia no pudiera desmentirlo). El primero de los tres muertos que ha originado esta protesta le dio a este punto, el puente Pampa Blanca, un significado además simbólico.A un lado del puente se extienden los cultivos de caña de azúcar; al otro, campos de arroz. Al cierre de esta edición, lo que había a un lado del puente eran, además, cientos de policías, y al otro, decenas de militares. Todos esperando la orden.Ensayos y erroresEn 50 días, lo que ha habido también es una larga cadena de errores. Errores que, por cierto, han sabido aprovechar los que quieren convertir la oposición a Tía María en un buen pretexto para la mala política y la violencia extrema. El primer error lo cometió la propia empresa Southern Perú. El 27 de marzo, cuando la protesta aún no era masiva y los dirigentes habían aceptado conversar con la gobernadora regional de Arequipa, Yamila Osorio, el director de Relaciones Institucionales de la mina, Julio Morriberón, anunció en RPP que el proyecto Tía María se cancelaba. Lo inaudito llegó pocas horas después, cuando un comunicado firmado por el presidente del directorio de la empresa, Óscar Gonzales Rocha, desautorizaba al...

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