Deza, Callens y el futuro

Por Mario Fernández¿Desastre? No. ¿Papelón? Tampoco. Fue otro partido pálido y punto.Un amistoso donde Perú jugó para no pasar vergüenza. Primero porque la base que se presentó tenía una Eliminatoria encima. El arquero, los laterales, los tres volantes y hasta dos de los centrales jugaron el último ciclo de Markarián y se conocen. Había una costumbre de estar juntos. Ciertas sociedades ya estaban claras. El nuevo era el técnico, no ellos. Lo segundo que garantizaba que no haríamos el ridículo desde lo táctico era que el planteo fue cuidadoso en extremo. Si había que meter el autobús en su arco, Bengoechea lo metía.Inglaterra ganó por el peso de la jerarquía de sus nombres y porque tenía un colectivo más balanceado. Mientras este pobre Perú parecía preparado solo para resistir, los británicos eran armónicos en sus líneas y golpearon en tiempos claves. De Perú, rescato a Jean Deza, un jugador punzante y fresco, que jugó sin inhibiciones. De hecho, todo el desparpajo que se le pide a André Carrillo lo tuvo este chalaco de 20 años que, sin duda, mereció más compañía en ataque. Con cierto freno y mejor orientación, está llamado a ser relevo...

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