Despuésde Oslo

Por Adolfo P.Salgueiro

El resultado negativo ?previsible? de las conversaciones llevadas a cabo en Oslo (en torno a la crisis venezolana) puede y debe traer algunas enseñanzas.Quienes apoyamos firmemente a Guaidó y creemos en la honorabilidad de las personas que designó para representarnos, sentimos la satisfacción de comprobar que tanto él como los negociadores hicieron bien en aceptar el reto de la convocatoria noruega, toda vez que pudieron demostrar a la comunidad nacional e internacional que ya no creemos en ?pajaritos preñados? ni en maniobras destinadas a ganar tiempo y dividir a la oposición. En la medida en que todos los esfuerzos de quienes más nos apoyan a escala internacional ejercieron una presión determinante y reclamaron diálogo, no resultaba fácil cerrarse al intento. El mismo se hizo, se mantuvo una posición firme y se demostró al mundo y a los escépticos venezolanos la ya anticipada mala fe de quienes aún usurpan las estructuras del Estado.Es cierto que se cometieron algunos errores, en la medida en que originalmente no se informó a todos los partidos sino a algunos. Posteriormente se dio participación a quienes tienen derecho de aspirar a la misma.Este columnista conoce muy bien a Fernando Martínez Mottola y a nuestro ex alumno Gerardo Blyde [dos de los representantes de la oposición en Noruega], pudiendo dar aval de la honorabilidad de ambos. Sabemos de la competencia técnica de Vicente Díaz y no conocemos a Stalin González [también representantes] ni sus destrezas negociadoras, por cuyo motivo no pudimos emitir opinión alguna en forma previa. Su actuación nos ha complacido también.Los talibanes de la opinión pública, los guerreros del teclado, los que quieren ver la caída del régimen por...

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