El desmoronamiento

Por FAUSTO MASÓ-?El Nacional? de Venezuela-Los hijos de Chávez no encontrarán quien los guíe a la tierra prometida, están además convencidos ya de que no existe el paraíso sobre la tierra y hasta han reducido su propio ídolo a ser un simple cartel, un documental en la televisión. Los chavistas ya no creen en Chávez, el espectáculo se quedó sin público, haga lo que haga Maduro. Pocas veces se ha visto un mito esfumarse y desaparecer con tanta rapidez.Leemos un dato terrible, en agosto la diferencia entre los precios controlados y los reales del mercado alcanzó 814,90%. Apenas sobrevive el negocio de los importadores chavistas, los raspadores de la olla de los dólares, los militares que controlan los puertos. El país está por explotar, saquean los automercados. No llega harina, carne, espaguetis, cualquier producto elaborado, y en los lugares más inesperados la gente comienza a tirar piedras. ¿Es el principio del final? La gente sigue esperando las elecciones del 6 de diciembre, no les queda otra cosa aparte de hablar en un café, o colocarse en las colas, comprar lo que haya, o saquear algún mercado. El país avanza hacia la deriva y seguiremos en esa ruta después de diciembre. Sin embargo, hay razones para el optimismo, 2016 será mejor porque los mismos chavistas están dejando de ser chavistas y no hay la posibilidad de un régimen militarista que ordene ametrallar a la población. Están atados de pies y manos, ¡a Maduro solo se le ocurre convocar una cadena el día que comienza el campeonato de pelota!La lata de atún, el kilo de caraotas y otros alimentos por kilo (de la cesta básica) llegan casi a los 1.000 bolívares. No alcanza el salario mínimo mensual para alimentarse una semana.Repetimos, todo...

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