Desmadre 19 cms x 25 cms

Por Alonso núñez Fernando Rospigliosi

-Analista político-Lo que sucede en Cajamarca es representativo de la situación del Perú entero: policías mal entrenados y con sospechas de corrupción sobre ellos, aliados con una banda de delincuentes, realizaron con brutalidad el desalojo de una vivienda y taller de un hombre que se ganaba el pan con su trabajo, pero que había incumplido la cancelación de una deuda de hace varias décadas.Fidel Flores pagó con su vida el defender ?con violencia injustificable e ilegal? su casa y su factoría. Si lo desalojaban, perdía su vivienda y el negocio con el que mantenía a su familia.Los policías que participaron en el desalojo actuaron de manera poco profesional. No es casualidad. La preparación en la mayoría de las 28 escuelas de suboficiales del país es pésima. Una de las pocas cosas que aprenden es corrupción. Pero esas escuelas han proliferado por la absurda política de este gobierno ?y los anteriores? de insistir en tener más policías a cualquier precio, privilegiando la cantidad sobre la calidad. Al final, es contraproducente, empeora las cosas, como bien ha anotado el general y#174; Gustavo Carrión el jueves en El Comercio.Específicamente, el policía que disparó un escopetazo a Fidel Flores a 5 o 6 metros, obviamente no estaba preparado para usar esa arma. La escopeta puede usarse en asuntos de orden público, de preferencia con perdigones de goma y no de plomo ?como al parecer fue el caso de Cajamarca? y nunca a menos de 25 metros (eso puede variar de acuerdo con el tipo de munición, etc.). Un disparo a corta distancia es casi siempre fatal. Jamás debieron darle esa arma a un efectivo que no estaba ni técnica ni psicológicamente preparado para usarla.La policía realizó el desalojo, además, asociada con una banda de matones pagados por el beneficiario. Esos delincuentes saquearon después la vivienda y el taller.Mucha gente en Cajamarca sospecha que la policía y la jueza habían sido sobornadas para efectuar el desalojo, lo que refleja la escasa o nula credibilidad de dos instituciones decisivas para combatir la delincuencia y mantener el orden público.Esto se da en un contexto en que las llamadas rondas urbanas han tomado ?desde hace años? el control de parte de la ciudad, usando la violencia para imponer sus reglas y, de paso, extorsionando a negocios y comercios. Un par de semanas antes del trágico desalojo, cinco ronderos que habían...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR