Descifrando las carreras de los "millennials"

En anterior artículo en este medio decía yo que la lealtad que supuestamente debe un colaborador a la empresa a la que le presta sus servicios, era un concepto de mediados del siglo XX que merecía quedar desterrado. Más allá de esta opinión personal, encuentro con frecuencia personas sorprendidas por la simplicidad y frecuencia con la que los "millennials" cambian de empleo y a la sazón se preguntan, ¿dónde quedó la lealtad para esta generación?

Haciendo un poco de historia, las grandes corporaciones fueron en buena parte las creadoras de esta supuesta relación de leal interdependencia empresa-colaborador.

Las empresas japonesas destacan por la condición casi vitalicia de sus empleos y trabajar en alguna corporación global del primer mundo era una meta apreciada por nuestros abuelos. Con frecuencia se creía que lograrlo era casi una garantía de permanencia para el futuro, y a cambio de ello de manera tácita, uno debería corresponder con lealtad y preferencia a seguir en esa misma empresa, que le podía casi garantizar una carrera harto prolongada a cambio de honestidad, capacidad y dedicación.

Algo similar sucedía con las empresas familiares de gran o mediano tamaño. Los patriarcas de estas con frecuencia desarrollaban lazos de profunda amistad y especial relación con selectos colaboradores que pasaban a ser casi miembros de la familia ganando con ellos el respecto de las generaciones siguientes, que velaría por su bienestar en gratitud por una vida empeñada trabajando de la mano con los fundadores.

La descripción hasta acá es breve, pero estoy seguro de que es suficiente para que el lector pueda recordar y reconocer que esa situación existió, y que perduró muchos años hasta que...las reingenierías, reestructuraciones, reorganizaciones, reenfoques, escisiones, fusiones, adquisiciones y la competencia global, pusieron una presión hasta entonces desconocida sobre todas las empresas y con ello echaron por tierra los empleos seudo vitalicios, desvaneciéndose las correspondientes cuasi estabilidades bidireccionales (lealtades, sumo yo) entre empresa y colaborador.

Y es que alrededor de los años 80 y 90 principian las reducciones masivas de personal por las causas mencionadas, ocasionando que la acostumbrada y relativa estabilidad en los empleados de alto perfil comenzara a tambalearse y luego a desaparecer por doquier. Entonces, si la "lealtad" de la empresa al colaborador, léase cuasi-estabilidad, se vio forzada a desaparecer desde fines del...

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