Descentralización pos-COVID-19

Por GonzaloBanda Lazarte

La respuesta de los gobiernos regionales frente a la pandemia ha sido un desastre. Es inaudito que hayan gastado más de S/1.900 millones en hospitales que hoy están inoperativos, mientras muchos peruanos mueren. ¿Qué ha pasado en las regiones?Los proyectos políticos que marcaron la agenda reformista del Perú en la segunda mitad del siglo XX vinieron de partidos con bases y élites regionales. Sucedió con Acción Popular en el primer gobierno de Belaunde y con Haya de la Torre en la Constituyente de 1979. Esa agenda reformista descentralizada se fue diluyendo. El centro político ha terminado por engullir a la periferia y, como recuerda Vergara en ?La danza hostil?, las regiones del Perú ?salvo levantamientos de protesta muy específicos? no han podido desarrollar una agenda nacional. La pérdida de peso de las regiones en el debate nacional es hija tanto de su propia incapacidad al proponer una hoja de ruta como también de una agudización de la ?concepción limeña? de las reformas.Para corregir esa vocación suicida a la inequidad territorial, nuestras élites reformistas hace décadas planearon la reforma más desnaturalizada de nuestra historia: la descentralización. El último intento de reanimación de la descentralización fue el referéndum del 2005. Por entonces, todos los departamentos, salvo Arequipa, rechazaron unirse en macrorregiones. Se podía celebrar un nuevo referéndum después de cuatro años pero a todos los actores se les agotó el ánimo. Pasados 15 años no hemos repensado ni las estrategias ni los incentivos para acabar con la departamentalización de la regionalización que marchitó la reforma.No ha bastado transferir recursos ni competencias para construir capacidad. En regiones la capacidad se construye trabajando con la sociedad civil y eso, que parece menos autonomía, está bien. Porque el Estado no ha sido capaz de otorgarles ni el recurso humano ni técnico. El funcionario acude a las universidades para que lo ayuden a construir una agenda que llene los vacíos que ninguna transferencia puede llenar. Debemos fomentar con entusiasmo esta cooperación en regiones con baja capacidad estatal, sin descuidar ajustar el control, para cerrarle el paso a la corrupción.El problema de capacidad no se resuelve poniendo un gerente funcional, así venga del cuerpo de...

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