Los desafíos económicos de Brasil

Por Instituto peruano de economía (ipe)

La semana pasada, Jair Bolsonaro fue elegido presidente de Brasil en segunda vuelta por un amplio margen. Bolsonaro recibe un país con grandes retos económicos, como un débil crecimiento, cuentas fiscales deterioradas y una limitada apertura comercial. Brasil es la economía más grande de América Latina, por lo que las medidas tomadas en los siguientes años pueden tener gran impacto en la región.?Crecimiento anémico?El primer reto es impulsar la economía brasileña. Entre el 2012 y el 2017, Brasil retrocedió 0,5%, mientras que los países del MILA crecieron 2,7% y las economías emergentes del mundo aumentaron alrededor del 4,4%.Entre el 2015 y el 2016, Brasil enfrentó una fuerte recesión desencadenada por los escándalos de corrupción, crisis política, bajos precios de commodities y alta inflación. La recesión culminó en el 2017 con un crecimiento de 1,0% explicado, principalmente, por la fuerte expansión del sector agrícola (13,0%). Para el 2018, tras los desalentadores resultados del primer semestre, las proyecciones de crecimiento del gobierno se redujeron a 1,6%.? Insostenibilidad fiscal?El segundo reto es revertir el deterioro de las finanzas públicas. El balance fiscal primario, el cual no considera el elevado gasto en intereses, pasó de un superávit de 2,2% del PBI en el 2012 a un déficit de 1,3% en el 2017. Este incremento se ha atribuido, principalmente, a que los ingresos como porcentaje del PBI disminuyeron de 34,5% a 30,1% en el mismo período de tiempo. No obstante, incluso con esta caída, los ingresos del Gobierno Brasileño se mantienen muy por encima de Chile (22,8%) y México (24,8%), por ejemplo.Esta situación ha puesto el foco del debate en la eficiencia del gasto público y en la sostenibilidad de la deuda pública, que ha pasado de 60,2% del PBI a 84% en solo cinco años, según cifras del FMI. El problema más serio es el gasto del sistema pensionario, que representa cerca del 35% del gasto total, y que resulta un gran desafío debido a tres factores.El primero es la inexistencia de una edad mínima de retiro. Para recibir una pensión en Brasil es necesario haber contribuido 15 años; mientras en los países de la OCDE, el promedio es 26. Esto explica que los trabajadores en Brasil se jubilen, en promedio, a los 53 años. El segundo es la alta tasa de reemplazo ?proporción entre la pensión recibida y el último ingreso? que permite que los trabajadores reciban el 70% del último salario percibido...

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