El derecho forzoso

Si existe alguna reforma electoral que aparece de manera constante entre las propuestas legislativas para mejorar la representatividad nacional solo para ser siempre desestimada, esta es de seguro la referente al voto voluntario. Llama la atención, entonces, que en un país en el que, según Ipsos Perú, el 58% está de acuerdo en que el voto sea facultativo, esta reforma sea consistentemente descartada. Es importante, además, poner la voluntariedad electoral en una perspectiva global. A la fecha, 22 países tienen alguna suerte de voto obligatorio, pero solo 10 aplican sanciones por no votar ?en los 12 restantes, la legislación en este campo es letra muerta?. Las penalidades van desde trabas para realizar trámites administrativos y multas, tal como sucede en el Perú, hasta el retiro del padrón electoral, como sucede en Singapur. En las últimas décadas, varios países ?entre los que se cuentan, por ejemplo, Chile, Venezuela, Italia y Bélgica? han eliminado las sanciones por no votar. A pesar de esta tendencia, el Perú se mantiene dentro del 5% de países del mundo en los que no asistir a las urnas es efectivamente penalizado.A favor y en contra¿En qué se basan los partidarios del voto voluntario para justificar su posición? Hay quienes apuntan a un argumento de corte ético: obligar a la gente a votar, dicen, es una afrenta a las libertades individuales, y no es consistente con una cultura democrática de respeto a las decisiones personales. Además, si el castigo por no votar es una multa, en el fondo el voto es únicamente obligatorio para aquellos que no tienen dinero para pagar la penalidad ?es decir, los más pobres?. La obligatoriedad no sería entonces solo contraria a los valores democráticos, sino también inequitativa.Por el lado práctico, los partidarios del voto voluntario arguyen que la sociedad estaría mejor servida si solo votasen aquellas personas que libremente eligen invertir una mañana o tarde de su semana en ejercer su derecho al voto. Estas serían las personas que más se interesan por conocer la coyuntura política y económica del país, y, a la vez, las mejor preparadas para emitir un voto informado.Por su parte, los partidarios del voto obligatorio mencionan que este otorga mayor legitimidad a los políticos de turno, lo que a su vez garantiza mayor estabilidad y gobernabilidad. ¿O, si no, qué soporte popular y capacidad de acción tendría un presidente elegido con el apoyo de solo el 20% de ciudadanos?, se preguntan los contrarios al...

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