Democracia en riesgo

Por Juan José Garrido. Economista

En el estudio ?Cultura política de la democracia en Perú: 2010?, publicado por Usaid, el Perú ostenta el máximo galardón antidemocrático en América: somos el último de 25 países estudiados en apoyo al sistema democrático; como para corroborar la infame postura, somos el único de los países analizados en donde la democracia se percibe en riesgo. Pasada más de una década desde la recuperación de la democracia, pareciera que no hemos avanzado mucho en la tarea de construir instituciones políticas y económicas a la altura de las demandas nacionales. Esto, más que una conjetura, es una realidad: 61% de los peruanos encuestados se encuentra insatisfecho con la democracia, lo que nos sitúa en el puesto 22 en dicha variable.

Las razones de tamaña irritación con la democracia no pueden ser atribuidas exclusivamente al fujimorismo. Mitigar la realidad en dicha conjetura significa negar aspectos reales del Perú antes y después de Alberto Fujimori. Veamos.

Recuperada la democracia después del desastre político y económico de la dictadura comunista del general Velasco, defendida hasta el día de hoy por muchos ?demócratas?, la casta política peruana no tuvo los reflejos y las agallas para realizar las reformas necesarias a fin de revertir las corruptas, inmorales e ineficientes decisiones tomadas durante la dictadura militar. Peor aún: degradaron a niveles insospechados la viabilidad política, económica y social al punto que los peruanos creyeron que otro golpe, esta vez desde la derecha, podría revertir lo andado. Alberto Fujimori, lejos de aprovechar la captura del poder para formar instituciones sólidas e inclusivas como sus defensores claman, pervirtió el orden institucional con el fin de perpetuarse en el poder, acompañado de una mafia con ambiciones desproporcionadas. Recuperada (nuevamente) la democracia regresamos a los festejos, la ambivalencia y la desidia, mientras la economía ha andado en piloto automático.

La desazón con la democracia tiene, entonces, justificaciones evidentes: los ejercicios democráticos no han servido para crear...

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