La delgada línea criminal

Por Martín hidalgo

El término ?criminalidad organizada? comenzó a emplearse con carácter oficial a partir de la segunda mitad del siglo XX, y en el Perú recién se tipificó penalmente en el 2012. Seis años después, ha servido como base para las investigaciones a las cúpulas de tres de los principales partidos políticos del país.En un documento académico, el actual presidente del Poder Judicial, Víctor Prado Saldarriaga, explica que la criminalidad organizada contemporánea continúa siendo un fenómeno delictivo ?nebuloso? y que, ?si bien la etiología no está del todo identificada, resultan evidentes sus conexiones con el abuso del poder?.Hasta la fecha, la fiscalía investiga ?bajo esta figura delictiva? a los líderes o cúpulas del Partido Nacionalista, el Partido Aprista y Fuerza Popular [ver infografía]. La imputación más directa fue la de marzo pasado, cuando el fiscal de lavado de activos Germán Juárez Atoche pidió que el Partido Nacionalista sea incluido como persona jurídica en la investigación preparatoria que se sigue a Ollanta Humala y Nadine Heredia.Esto provocó un pronunciamiento de otros siete partidos que expresaron su preocupación e indicaron que ?constitucionalmente un partido político tiene una existencia autónoma y no es responsable de las acciones individuales de sus integrantes, ya que afectaría los derechos de todos los militantes y electores?.?Cuestiones jurídicas?El abogado penalista Luis Lamas Puccio sostiene que parece una contradicción metafórica compatibilizar un partido político con una organización criminal. ?En teoría, una es la máxima expresión de la democracia y la otra es la máxima expresión del crimen, pero lo que estamos viendo es cómo estas pueden cruzar intereses, con dimensiones económicas y políticas que antes no había. Esto se ha visto en mayor expresión con el Caso Odebrecht?, refiere.Según Lamas Puccio, en los casos peruanos se observan esquemas de partidos políticos que son desnaturalizados y se utilizan en forma paralela para realizar actividades criminales. ?En teoría, toda agrupación humana, societaria o política, puede ser utilizada con fines criminales. No en términos exclusivos, porque puedes seguir siendo un partido pero tangencialmente utilizar su estructura para fines criminales?, añade.?Visión partidaria?Percy Medina, director de IDEA Internacional, coincide con Lamas Puccio en que no se puede acusar a un partido político como organización criminal, porque no solo están formados por una...

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