La dama de las orquídeas

Por Abraham Taipe. PeriodistaHace más de tres décadas, los esposos Renato Villena y Mirtha Bendezú tuvieron que trasladarse desde Lima hasta Moyobamba. La decisión fue forzosa: Villena había perdido su empleo como ingeniero agrónomo y optó por regresar a su ciudad natal. En ese lugar no le fue difícil encontrar un nuevo trabajo en el Inrena, mientras su pareja se dedicaba al cuidado de sus hijos. Sin embargo, la geografía de la selva peruana les ofreció una oportunidad inmejorable: tener un enorme jardín en el patio de su casa con cientos de plantas silvestres. Pronto aquel lugar fue dándole espacio a una en especial: la orquídea.?Mi papá, gracias a su profesión, conocía las plantas; por eso pudimos crear un gran vivero que atrajo la atención de los turistas que venían a Moyobamba?, dice Karol Villena, quien hoy está a cargo de Agro Oriente Viveros.Entre 1983 y 1997, el vivero de la familia Villena se hizo conocido y fue la despensa de otras empresas exportadoras de orquídeas a mercados como Estados Unidos y Japón. ?Crecí conociendo las orquídeas y aprendí a diferenciar unas especies de otras?, añade Karol, la mayor de cuatro hermanos. Lo cierto es que toda la familia estuvo involucrada de una u otra manera en este emprendimiento. ?Yo estudié biología, un hermano administración, otro contabilidad y una más agronomía?, explica.Eso les permitió exportar por su cuenta desde 1999 y adquirir cinco hectáreas para aumentar su producción. Si bien cada uno de los hermanos participó en este proceso de crecimiento, Karol tuvo las agallas de buscar compradores en ferias internacionales. ?En mi primer viaje a Alemania tenía solo US$200 de bolsa de viaje y me preguntaba a cada momento si estaba haciendo lo correcto. Tenía mucho temor?.Lo que se podría denominar la época de la prosperidad duró ocho años. En esa etapa la empresa creció no solo en ingresos (gracias al buen precio que se pagaba en el extranjero), sino también en número de trabajadores. Sin embargo, en el 2006 todo se puso cuesta arriba: los permisos para la exportación se hicieron más engorrosos y la competencia ilegal se intensificó.Poco a poco cada uno de los hermanos decidió emprender nuevos proyectos. El quiebre y cierre de aquella iniciativa de los esposos Villena parecía ser el camino inevitable.Nuevos tiemposKarol estaba segura de que podría encontrar una forma de salir de esa incierta...

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