Dakar mío

Por Daniel San Román. Columnista

La fantasía del Dakar está a poquísimos días de hacerse realidad. El desembarco del raid más importante del año automovilístico mundial no solo pasará por nuestros caminos, sino que Lima será el paradero final de la competencia. Como si fuera poco, tendremos a diez tripulaciones compitiendo y, según los reportes económicos de las últimas ediciones sudamericanas, la inyección económica que se viene sería más que alentadora.

El año pasado, según información gubernamental argentina, la carrera significó ingresos por 279 millones de dólares solamente por su paso por tierras gauchas. En cuanto a la exposición del país, la cobertura periodística televisiva se ha valorizado en cerca de 500 millones de dólares y las capacidades hoteleras reflejaron, por los días de carrera, un incremento de hasta 84%.

Ahora, ¿qué gana el Dakar sumando al Perú a la prueba? Acercar el raid a sus orígenes ?esos que dejó cuando se mudó de África a América?, volviendo a la idea de tener una ciudad de partida y otra de llegada en lugar de dar una vuelta por Buenos Aires, y la posibilidad de volver a unir dos...

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