Las cuatro esquinas del poder presidencial

Por Juan Paredes Castro. Editor central de políticaEl nuevo primer ministro César Villanueva ocupa la segunda privilegiada esquina de poder en Palacio de Gobierno, pero con la diferencia, esperada por todos, de que él no parece alguien dispuesto, en ese cargo, a quedar colgado de la brocha.Muchos se preguntarán, y el propio Villanueva también, que si esa es la esquina que le corresponde, ¿cuál es o sería el problema?El problema, estimado César, le diría más de un buen amigo, es que la esquina dejada por Jiménez es la más codiciada por quienes dominan las otras dos esquinas del poder palaciego, después de la exclusiva presidencial: la esquina de la primera dama Nadine Heredia y la esquina de un puñado de asesores y viceministros que despachan con Ollanta Humala más tiempo y más intensamente que muchos miembros titulares del Gabinete.Algo más: la esquina de Villanueva, la del primer ministro, fue, entre las otras tres, la Cenicienta de los últimos tiempos, a la que su galán de ahora siente que debe buscarle el zapato perdido.Conocida la distribución del poder presidencial en estas cuatro esquinas, y consciente de dónde comienza y termina la suya, Villanueva tiene que ser lo que dejó de ser Jiménez: el primer vocero del gobierno después del presidente y la cabeza real y efectiva del Consejo de Ministros. Esto supone, en otras palabras, recuperar para sí, y rápidamente, dos funciones tan venidas a menos como parte del gobierno del día a día. No importa aquí cuánto tenga que lidiar con la señora Nadine Heredia, quien no va a querer ceder fácilmente las prerrogativas de facto que ha acumulado hasta hoy. Pero Villanueva no es Jiménez. El flamante primer ministro no llega al gobierno como un...

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