Cronicas migrantes, otra dimension de la experiencia.
| Autor | Rab |
Es normal leer a diario noticias sobre la migración latinoamericana en diversas partes del mundo, especialmente sobre los migrantes que deciden que Estados Unidos es su siguiente patria, la próxima frontera por superar.
Es normal, también, enterarse de los vaivenes y problemas con los que estos grupos humanos tienen que lidiar a diario, desde la ilegalidad hasta el respeto de sus derechos como residentes legales, cuando lo son.
La agenda de temas es, pues, extensa: discriminación y racismo, las ominosas leyes que reprimen a los indocumentados, las oleadas de trabajadores temporales, el sueño de los dreamers (valga la redundancia) de terminar una carrera en algún college del país y un largo etcétera de asuntos particulares, lo que incluye la tan ansiada reforma migratoria que fue uno de los temas por el que tanto Romney como Obama pasaron de largo en los debates durante la reciente elección.
Sin embargo, lo insólito es saber qué piensan y qué sienten los que por una razón u otra decidieron abandonar su terruño y pegar el salto al gran norte. Claro, tenemos todo un menú discursivo que abarca artículos y discusiones académicas sobre el asunto, teorías y especulaciones de opinólogos de toda piel o reportajes de periodistas en medios diversos.
La televisión hispana en Estados Unidos, por ejemplo, fluctúa casi siempre entre dos extremos, que van desde historias llenas de melodrama (experiencias de miseria, abuso o violencia, entre algunos tópicos tratados con regularidad suiza) hasta los perfiles de los latinos "triunfadores", ciertamente ejemplares.
Sin embargo, en medio queda un vacío bastante evidente y es que la televisión hispana no propone, salvo en épocas electorales, una agenda cargada de reflexión sobre el sentido y la condición migrante. Las historias, y esto podrá discutirse, se miden por lo general con el rasero de lo que "puede o no puede" interesar a la audiencia. En todo caso, lo que quiero decir es que la televisión
hispana no ofrece una mirada integral sobre el problema migratorio, porque la subjetividad del migrante no parece estar en agenda.
Por eso insisto en que es infrecuente acceder a lo que pasa en la piel y la mente de los inmigrantes, sea mediante un testimonio o mediante una crónica; resulta singular un acceso que supere las historias ejemplares o las otras, patéticas y conmovedoras, y coloque al lector o espectador de cara a un horizonte crítico en torno a la condición de "extranjero" y no necesariamente por voluntad...
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