Crónica

Palo al mensajero porque trae horribles, espantosas noticias sobre sus personas. Son ellos, pues, quienes difundieron por primera vez que un grupo de acciopopulistas se conocía en Palacio como ?Los Niños?, que asesores denunciaban a sus jefes por mocharles el sueldo, que pedigüeños de varias bancadas se acercaban a ministerios a entregar hojas de vida. Si el proyecto para aumentar la pena de cárcel por difamación, alentado por congresistas de izquierda (lo presentó Segundo Montalvo de Perú Libre, y lo sustentó Américo Gonza de la misma bancada) y respaldado por varios de derecha, no es una amenaza a la libertad de expresión, ¿qué es?Por supuesto, la propuesta excede al Congreso y a la prensa. Hay mucha difamación e injuria impunes en redes y plazas. El discurso de odio enarbolado por algunos políticos suele incluir delitos contra el honor de sus pares; cruces de chavetas que se normalizan sin llegar a los tribunales. Pero no es por frenar ello que surge esta iniciativa, ¡qué va! Todo en este proyecto, la oportunidad, la correlación, el hecho de que existan alrededor de 30 congresistas investigados y otros tantos cuestionados apunta a que se trata de un ataque a los mensajeros de sus verdades. Si se suma a los imputados de delitos, a los sospechosos de trapacerías y a los que no soportan críticas, ahí está la mayoría simple que, sin debate, dio una primera votación favorable al proyecto: 69 a favor.?Mira estos casos?No hay casos actuales de congresistas querellando a periodistas. Pero sí hay constantes amenazas, algunas con carta notarial, una modalidad simbólica (no tiene ningún efecto penal), pero que da a entender al querellado que si querellante ha ido donde un notario a que le ponga un sello a su amenaza, podría ir donde un juzgado a interponer la querella.El caso más notorio de los últimos tiempos, inspirador para Perú Libre, lo protagonizó el presidente de un partido con bancada. César Acuña, líder de APP, querelló a Christopher Acosta, autor de la biografía crítica ?Plata como cancha? (Aguilar, 2022). En un fallo insólito, un juez condenó a Acosta considerando difamante que el autor citara denuncias publicadas en otros medios, pero sobre cuya veracidad se presumía que no tenía certeza. Los poderosos atraen fallos de ese tipo, pues. Ah, por cierto, 10 apepistas votaron a favor del proyecto, pero, ante las críticas, varios, como Lady Camones, han anunciado su cambio de opinión. También cambió de parecer el propio Acuña cuando retiró su...

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