La COP26 y el futuro previsible

Por Tomás unger

Al concluir la 26 Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP26), hubo poco entusiasmo por el acuerdo al que llegaron los países. El objetivo era acordar medidas que impidan un aumento por encima de 1,5 °C en la temperatura promedio del planeta ?con respecto a los niveles preindustriales? antes del 2100. Esto era una concesión, ya que solo un grado por encima del promedio anual representaría extremos de temperaturas y eventos climáticos peligrosos.Lamentablemente, los acuerdos caen por debajo de lo necesario. Análisis científicos independientes estiman que con lo acordado se llegará a 2,4 °C por encima de la temperatura promedio global preindustrial. Siendo realistas, un mal acuerdo es mejor que ningún acuerdo.Seguir con las tendencias actuales causaría un aumento de 4 °C para el 2100, lo cual tendría consecuencias catastróficas (extinciones masivas, clima extremo alrededor del mundo, devastación económica y dislocación social generalizada).A la reunión asistieron presidentes, primeros ministros y representantes de las industrias claves. El evento ha sido descrita como la última oportunidad para impedir un cambio climático de consecuencias económicas y sociales desastrosas para la humanidad.?El acuerdo?La COP26 se prolongó un día más de lo esperado para llegar al acuerdo que, si bien no es ideal, constituye un progreso. Apuntando a limitar el incremento de la temperatura global a 1,5 °C, los países presentes acordaron reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030. Poco antes de la reunión, las naciones más desarrolladas acordaron disminuir en una década la emisión de metano en un 30%.Otro acuerdo importante fue el apoyo financiero de países desarrollados para ayudar a las economías más pobres a usar fuentes de energía limpia y para responder al impacto del cambio climático.Un principio fundamental que no se debe olvidar es que calentar todo el planeta un grado por encima de su temperatura actual representa una inyección de energía enorme a la atmósfera, que produce evaporación y vientos, el combustible de las tormentas. Como sabemos, cuanto más intensas son las tormentas, más destructivo es su impacto.?El desacuerdo?Ya no cabe duda de que quemar diariamente más de 80 millones de barriles de petróleo y cantidades comparables de carbón y gas está contribuyendo al calentamiento global. La clave no es tanto el calor generado por los combustibles fósiles, sino los gases...

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