Consumismo y medio ambiente

AutorJulieta Villarroel

¿Realmente cuidamos el lugar en que vivimos?, ¿Contribuimos de alguna forma a mejorarlo o lo empeoramos? Son algunas de las preguntas que nos tenemos que realizar más seguido y con mayor detenimiento.

La principal causa que encuadra el gran problema de nuestra destrucción del medio ambiente es nuestro propio consumo. Ya no se trata sólo de satisfacer necesidades, se trata de querer más, se trata de ser marionetas de un sistema que nos dice qué, cómo y cuanto tenemos que consumir.

En la vida cotidiana vivimos rodeados de publicidades, cuando prendemos el televisor, cuando sintonizamos la radio, cuando vamos caminando y observamos las cartelerías.

Cada vez, los avisos publicitarios asimilan la obtención de un producto al del alcance de la felicidad, es decir, si compras lo que se te ofrece, serás feliz.

Llama la atención que la figura más representativa de dichas publicidades y los personajes más utilizados, son los niños. Hoy en la era de la tecnología, llevar a tus hijos a jugar a un parque o una granja a darle de comer a los animales, son actividades poco comunes y poco observables, eso sí, en sus cumpleaños no te olvides de comprarle el último celular de moda o comprarle una cajita feliz de McDonald’s; así lo harás feliz.

Se ha perdido la noción de un estilo de vida sano y activo, se incita al sedentarismo y a la comodidad, a la cultura del mínimo esfuerzo.

Nos preocupamos del último grito de la moda, de querer poseer lo que los otros tienen, pero nos olvidamos de el aire que respiramos, de la tierra en la que caminamos y cultivamos, del agua que tomamos y del ambiente en el que vivimos. Los daños que la humanidad va dejando en el medio ambiente, siendo a su vez la principal víctima, viene de hace muchos años atrás.

En 1952, Londres sufría la primera catástrofe ecológica que causaría millares de víctimas. Una gran neblina toxica cubría la ciudad hizo común el uso de barbijos. Sin embargo después de cinco días 4000 personas murieron y 8000 en las semanas siguientes.

Los científicos ambientales estudian los peligrosos puntos críticos de inflexión ambiental generados por las acciones humanas y las consecuencias de translimitación irreversible en los ecosistemas desequlibrados por el cambio climático, pero apenas nadie reconoce las grandes mutaciones sociales que están siendo provocadas por el deterioro ecológico. Aunque en realidad la sociedad humana y la naturaleza nunca han estado separadas, tal y como han ideado fantasiosamente las...

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