Brasil conmocionado por el espectáculo de terror de su equipo en la Copa Mundial

Por Simon Kuper, Thalita Carrico y Joe LeahyEs difícil pensar en una humillación más grande en la historia del deporte que la de Brasil 1- Alemania 7. Los equipos de fútbol han perdido 7 a 1 antes, pero nunca se pensó que el autoproclamado ?país del fútbol?, ganador de cinco Copas Mundiales, anfitrión y el favorito de los corredores de apuestas para este torneo, perdiera así jugando en una semifinal.Nate Silver, el estadístico estadounidense, indicó que teniendo como base las clasificaciones previas a los partidos de los equipos, este ha sido el marcador más inesperado en la historia de la Copa Mundial.De manera simbólica, fue un final apropiado para los largos años de bonanza económica en Brasil. Sin embargo, en términos deportivos, se trató de algo más específico: el fin de la tradición futbolística de Brasil. La frase jogo bonito o ?juego bonito? ahora puede ser descartada junto con clichés acerca del ?fútbol samba?. Los brasileños dejaron de hacer fintas, gambetear y de meter goles bonitos hace mucho tiempo. Ahora, de hecho, deben haberse dado cuenta que su país necesita adoptar un estilo nuevo, con pases más rápidos, más europeo, más alemán.La multitud en Belo Horizonte y millones en todo Brasil (esta pudo ser la mayor audiencia televisiva en la historia brasileña) observaron con incredulidad lo que le pasaba a su equipo. Algunos hinchas abandonaron el estadio en el medio tiempo, indignados por una actuación que marcará la psique futbolística de Brasil para siempre.La televisión brasileña mostró a hinchas llorando e incluso derrumbándose mientras Alemania iba marcando cinco goles sin ningún tipo de respuesta por parte del ?scratch? en los 30 minutos del primer tiempo. El gol número 16 de Miroslav Klose en Copas Mundiales para Alemania (un récord para el torneo) pasó casi desapercibido. Los jugadores brasileños se humillaron aún más en el segundo tiempo lanzándose en caídas exageradas con la esperanza de conseguir penales.Paulo Marujo, un hincha espectador desde São Paulo, dijo: ?Nunca imaginé que Brasil no llegaría a la final. Ahora no sé qué voy a hacer?. Pero muchos paulistas que veían el partido en bares del centro de la ciudad reían, al igual que trabajadores de...

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