La confusión y la desconfianza atizadas por Donald Trump

Por Liliana michelenaDesde San Francisco

La preocupación por el nuevo coronavirus en Estados Unidos viene escalando como escalan los casos comprobados de contagio: de 550 el lunes por la mañana a 2.345 la tarde de ayer. Y la aproximación poco científica de Donald Trump en lo que va de la crisis solo ha contribuido a agravar el desasosiego.En el estado de California ?como en varias de las grandes zonas urbanas? los espacios públicos han empezado a vaciarse. Como los estornudos o accesos de tos son motivo de sobresalto, la mayoría evita los espacios de aglomeración. De pronto, uno nota la cantidad de objetos que toca a diario: dinero, manijas, botones del ascensor. Para lo primero, se recomienda usar más que nunca las compras con tarjeta. Para lo demás, el codo.La vida en las calles parece en ir cámara lenta y la población ha optado por manejar ?en lugar de tomar transporte público? solo para viajes estrictamente necesarios. En el supermercado, en medio de la búsqueda de papel higiénico, lejía y no perecibles, la gente se trata con lo justo. Los servicios religiosos se han suspendido. Hacia el final de un invierno soleadísimo, los parques han quedado desiertos.El último lunes, la bahía de San Francisco vio con recelo el desembarco del crucero Grand Princess, con muchos pasajeros infectados y otros tantos también expuestos. Esa misma noche, el área contabilizó su primera muerte por el virus. Como varias de las otras 50 muertes en el país, la víctima no tenía historial reciente de viajes ni contacto conocido con alguien infectado. Según especialistas, esto significa que el COVID-19 ya llevaba tiempo incubando en la comunidad.?Prevención debilitada?Empeñado en minimizar la amenaza para limitar su impacto económico y electoral, el presidente de EE.UU. insistió hasta el martes último que el COVID-19 no era peor que la gripe estacional. A nivel federal, bloqueó las recomendaciones del Departamento de Salud de evitar vuelos y cruceros e intentó impedir el desembarco del Grand Princess porque quería ?dejar las cifras [de infectados] donde están?. A cada paso, Trump socava los consejos de sus propias autoridades.El primer error no forzado ocurrió en el 2018, cuando Trump cerró la Unidad de Seguridad Sanitaria del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Según dijo el gobernante hace cinco días, ?uno nunca se imagina que esto podría pasar?, pero la unidad existía justamente anticipando esa posibilidad.Sucesivos recortes de presupuesto también...

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