El confinamiento la agravó

EL CONFINAMIENTO LA AGRAVÓ

Mientras la atención ha estado centrada principalmente en el covid-19, una silenciosa pandemia se ha estado expandiendo. El confinamiento ha exacerbado un problema que se ha estado propagando en muchos países desarrollados por décadas: la soledad.

Es un tema complejo que no solo abarca la vida social, sino también la manera en que uno trabajaba y vota. La académica Noreena Hertz aborda el asunto en un relevante libro, "The Lonely Century" (2020). La soledad aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y demencia. Quienes señalan que están solos tienen más probabilidad de estar deprimidos cinco años después. Además, las personas solas pueden volverse más hostiles hacia otros y sentirse más atraídos por posturas políticas extremistas.

Parte del problema deriva del sistema laboral contemporáneo.

A nivel global, dos de cada cinco personas se sienten solas en su centro de trabajo. En Reino Unido, son tres de cada cinco. El trabajo independiente puede dejar a estas personas con ingresos inestables y sin la compañía de colegas. La pandemia ha hecho más difícil hacer amistades, y mantenerlas, en particular para los nuevos empleados.

Incluso antes de la crisis, la esperanza de que las oficinas abiertas alentarían una mayor camaradería resultó ser falsa. Muchas personas consideran que el parloteo es molesto y se aíslan del ruido colocándose auriculares; y entonces envían e-mails a colegas sentados a unos cuantos escritorios de ellos.

Los espacios para trabajo compartido ("coworking"), donde profesionales jóvenes pueden aprovechar instalaciones comunes, tampoco ha sido la respuesta. Es que los trabajadores no permanecen en esos escritorios el tiempo suficiente como para invertir en relaciones sociales. Al respecto, Heartz indica que "estos empleados son el equivalente laboral de los que alquilan su vivienda y no conocen a sus vecinos".

Podría parecer extraño que la soledad pueda profundizarse cuando la gente está rodeada de tantos otros. Esta paradoja fue expresada de la mejor manera por el grupo Roxy Music, cuando cantaba "La soledad es un cuarto lleno de gente". La mayoría se sentirá perfectamente contenta, al menos por un tiempo, de comer en su propia casa, quizás leyendo un buen libro o viendo TV. Pero sentarse solo en un restaurante o un bar, rodeado de otra gente que conversa, es mucho más aislador.

Asimismo, las grandes ciudades pueden ser muy aislantes. En una encuesta del 2016, 55% de...

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