Compartiendo Madre de Dios

Por CECILIA BLUME. Abogada de CB ConsultLos peruanos insistimos en ser ?limeños?, olvidando el resto del país, pero los últimos años de crecimiento económico han logrado un Perú más cercano y, por ende, los problemas del resto del país son hoy comunes. Por eso la minería ilegal e informal de Madre de Dios es un problema de todos.Las pavorosas fotografías publicadas en diversos medios nos muestran una actividad que destruye a personas y al ambiente. En la selva de Madre de Dios operan diariamente 4.000 personas extrayendo oro de los ríos. Allí no existen árboles y la contaminación de agua mezclada con mercurio lo cubre todo. Los campamentos mineros, donde adultos y niños trabajan por jornales diarios, reflejan la falta de autoridad imperante en esas zonas. El alza del precio del oro y la llegada de la carretera Interoceánica han impulsado esta actividad, y rusos, brasileños y chinos destruyen la zona usando maquinaria pesada y contaminando irreversiblemente las aguas de los ríos. El gobierno de García intentó destruir las dragas buscando erradicarlas, pero habrían aparecido de nuevo.Lo peor en esta ilegalidad son los problemas de esclavismo y trata de personas. Niños y adultos, trabajando a diario sin poder apartarse, aunque quieran, de esta actividad. Esclavos que no tienen voz en esta situación y cuyas vidas estarán marcadas por la minería ilegal para siempre.El gobierno ha persistido en la lucha contra estos delitos, pero creemos que es un tema tan complejo que es un problema de los treinta millones de peruanos, y debe abordarse como tal. El Ejecutivo ha dado un conjunto de leyes para formalizar la actividad...

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